Pues aquí estoy frente a ti, con lagrimas en los ojos... pidiéndote que me ames, que lo intentemos de nuevo.
Me siento tan triste y ridícula, no mereces mis lagrimas pero que puedo hacer como dicen: "El corazón no elige a quien amar".
El ya te eligió, y yo tengo que pagar las consecuencias.

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